La luz natural es fuente de vida, energía, optimismo… y por eso debes permitir que entre a raudales en tu hogar. Hará que las estancias luzcan más grandes, creará una calidez muy especial y te llenará de alegría cada día.
Cuando a tu casa le falte luz natural, opta por una decoración en tonos claros. Pinta las paredes de blanco, utiliza texturas como concreto aparente y opta por textiles en tonos pastel, elige suelos de color claro… Todo esto ayudará a dar sensación de amplitud y a multiplicar la luminosidad.
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